Una familia que se desmorona y una revolución latente

Por Eva Matarazzo

Máximo Gorki concibió la historia de Vassa Zheleznova en 1910 y, consumada la revolución rusa, en un contexto de ebullición y transformación de la sociedad, la reescribió por completo. Y si bien la obra está centrada en la historia de una familia en particular, puede leerse como una metáfora de la realidad social.

Walter Jakob, Agustín Mendilaharzu y Felicitas Kamien, nos acercan una nueva versión bien argentina y contemporánea de la estupenda obra del dramaturgo ruso. Con dirección también de Felicitas Kamien y un elenco encabezado por Humberto Tortonese , junto a Horacio Marassi, Anabella Bacigalupo, Javier Pedersoli, Mariano Sayavedra, Andrea Nussembaum, Darío Levy, Viviana Vázquez, Rita Gonzalez y Diego Báez Toro, se presenta hasta el 04 de diciembre en el Teatro Regio del Complejo Teatral de Buenos Aires.

En tono más cercano al grotesco y bastante alejada del realismo ruso, que aquella historia original de intrigas afectivas y conflictos de poder en un entorno aristocrático, sólo quedan algunos pilares narrativos como la crisis económico-financiera, la inflación y el estallido social; aunque igualmente de alguna manera se mantiene intacta la esencia de la obra. En este caso Vassa, interpretada maravillosamente por Tortonese, es una madre orgullosa e intolerante, que al encontrarse con su marido al borde de la muerte, tratará a toda costa de mantener el poder y el control de su hogar enfrentándose a un clan de hijos inútiles y codiciosos.

En esta versión, todo ocurre en una casona familiar venida a menos, que podría estar ubicada en la zona norte del Gran Buenos Aires. El tiempo es ahora una especie de futuro distópico, aunque también se repiten algunos episodios del año 2001 en la Argentina; como la hambruna y las manifestaciones de violencia callejera mientras que el sonido de un helicóptero sobrevuela la escena.

Se presenta asimismo un afuera hostil, información que nos llega a través del relato de los personajes, y que implica una dificultad para que estos puedan salir del lugar. Este tipo de mecanismo es también similar al que utilizó Felicitas Kamien en otra de sus estupendas obras: Alfa, en la que el caos también provenía de un mundo exterior en “guerra”.En lo referente al diseño escenográfico, que quizás es lo más cercano al realismo, es destacable el minucioso trabajo de Cecilia Zuvialde, que además de belleza estética consigue un detallado grado de verosimilitud. Cabe destacar que desde la puesta también está muy bien utilizado el espacio, con distintos niveles y recovecos por los que pueden moverse los personajes generando cierta dinámica de acción. La iluminación a cargo de Agnese Lozupone y la música y el sonido de Carmen Ballero son igualmente claves para apoyar los diferentes climas y situaciones, sumados al diseño de vestuario de Magda Banach, que subraya las singulares de cada integrante de esta ambiciosa familia en decadencia.

El trabajo actoral, comenzando por el genial y desopilante Tortonese es otro de las puntos fuertes de la obra, con personajes muy bien delineados y actores que no le temen a la teatralidad desde lo expresivo, pero que al mismo tiempo logran llegar a un interesante in crescendo dramático.

A punto de terminar la temporada teatral 2022, Vassa se encuentra entre una de las mejores propuestas de la cartelera porteña, no sólo por lo artístico, sino porque logra aggiornar a la escena contemporánea un conflicto tan viejo pero tan vigente, como es el de la lucha de clases.

 

Ficha técnica/artística:

Elenco: Humberto Tortonese, Horacio Marassi, Anabella Bacigalupo, Javier Pedersoli, Mariano Sayavedra, Andrea Nussembaum, Darío Levy, Viviana Vázquez, Rita González y Diego Báez Toro.

Música original y diseño sonoro Carmen Baliero
Diseño de iluminación Agnese Lozupone
Diseño de escenografía Cecilia Zuvialde
Diseño de vestuario Magda Banach

 

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