“Que todo cuerpo tenga funeral”
Por Eva Matarazzo
En su 17ª temporada se presenta Antígona, versión del poeta peruano José Watanabe. La obra puede verse los sábados a las 19 hs, en el Celcit (Moreno 431). Interpretada por la talentosísima Ana Yovino y con la dirección de Carlos Ianni. El espectáculo se viene presentando desde el año 2006 en distintos escenarios del país y latinoamérica, ha participado en el Festival Internacional de Teatro de Mérida, México y en la Semana Internacional de Teatro de Asunción de Paraguay.
Como muchos conocen, la historia de esta tragedia está situada en Tebas. La joven Antígona quiere dar sepultura al cadáver de su hermano Polinices, general muerto en combate, que se enfrentó durante la guerra a Eteocles, también hermano de ambos. Pero el tirano Creonte considera a Polinices un traidor por haberse rebelado al poder. Por consiguiente, le niega las honras fúnebres dejando al descubierto su cuerpo insepulto, para que lo destrocen buitres y perros y nunca pueda entrar en el reino de la luz y de la paz. Antígona violando la prohibición, asperja con vino el cuerpo de Polinices, lo frota con fino polvo y lo entierra. Pero finalmente, Creonte la captura y castiga haciéndola morir de hambre y sed en una cueva sellada en la montaña.
En esta versión libre, basada en la clásica tragedia griega de Sófocles, escrita por Watanabe en 1999, el texto en formato de poemas está conformado por una sucesión de monólogos de seis personajes que se expresan en la voz de la “narradora”: Creonte, Antígona, Ismena, Hemon, el Guardia y Tiresias. Ana Yovino interpreta en este caso a todos ellos, atravesando por una amplia gama de estados y matices y dejando al descubierto la compleja y ambivalente condición del ser humano.
La propuesta de Carlos Ianni apuesta a una estética minimalista y que pone en primer plano el trabajo de la actriz y las imágenes que se van generando a partir de sus palabras. Un espacio despojado y oscuro, con solo tres sogas blancas que cuelgan del techo y el juego de luces y sombras creado por medio de la iluminación. Algunos sonidos y música con reminiscencias latinoamericanas, ayudan también a reforzar este acercamiento entre el universo de Watanabe y la clásica tragedia griega. El director consigue de esta manera, a partir de mínimos elementos pero muy acertados, adentrarnos en este ambiente trágico pero a la vez de sublime belleza, en el que el espacio se va transformando en la imaginación de acuerdo a las necesidades del relato. Se destaca también, como mencioné anteriormente, el impecable trabajo de Ana Yovino, con el que ganó el premio Trinidad Guevara como actriz protagónica. Su cuerpo y su voz logran adueñarse del espacio, con una maravillosa ductilidad para transitar por todos los personajes sin necesidad de demasiados artificios.
Es muy interesante esta versión, además, porque el texto propone una nueva acción dramática que ya no gira en torno a Antígona, quien continúa siendo la protagonista a nivel de la tragedia, sino en torno a Ismena. Aquella que sobrevivió y no tuvo el valor para luchar junto a su hermana. De esta manera, la trama se resignifica y adquiere cierto paralelismo entre la violencia ejercida sobre el cuerpo inerte de Polinices y la historia reciente de Argentina y de varios países latinoamericanos que han sufrido las atrocidades de las dictaduras. Aquellos cuerpos insepultos, desaparecidos, frente a parte de una sociedad que fue testigo pasivo de aquel horror que hoy lamenta. Porque la riqueza de Antígona, es justamente el poder descubrir que a partir de la memoria histórica universal de un clásico, emergen señales que nos ayudan a entender nuestra propia tragedia.
Ficha técnica
De José Watanabe
Versión libre de la tragedia de Sófocles
Con Ana Yovino
Musicalización y diseño de iluminación: Carlos Ianni
Diseño de escenografía y vestuario: Solange Krasinsky
Asistencia y fotografía: Soledad Ianni
Dirección: Carlos Ianni
Funciones: Sábados 19 hs. Hasta el 25/11
CELCIT
Moreno 431. CABA
Teléfonos: 4342-1026