Blanca

Un drama con una mirada actual
Por Eva Matarazzo

Blanca está inspirada libremente en una obra clásica del teatro norteamericano. La autora tomó algunas referencias pero las transformó con una mirada innovadora y audaz, aggiornándola a estos tiempos y al ámbito local.

En este caso la historia transcurre en una casilla de alguna ciudad del tercer cordón del conurbano, donde viven hacinados Elena, con su pareja Enzo y una transexual, La Negra, que es la dueña de la casa. Blanca, hermana de Elena, llega de repente a estos suburbios, abrumada por el viaje en tren y el ambiente marginal. Se suma también Jony, un amigo de Enzo, que es policía pero lo suspendieron en sus funciones.

Las costumbres pueblerinas de Blanca y su aparente bienestar económico chocan con este mundo violento y al borde al que debe recurrir en última instancia. Blanca es el personaje desequilibrante, que viene a alterar las costumbres del lugar, a erosionar por medio de su personalidad libre y desbordada, visiblemente frágil pero al mismo tiempo arrolladora.

Con un estilo rockero suburbano, y una banda en vivo, en la que cantan y tocan los mismos actores, la puesta de Cintia Miraglia propone una interesante propuesta desde lo estético y lo conceptual. El universo planteado por la obra inspiradora se mantiene vivo pero se resignifica con una fuerte mirada de género, en este caso las mujeres se rebelan y luchan contra el régimen patriarcal que se les ha impuesto socialmente. Es una versión que tiene en cuenta una mirada de época, y que trabaja muy bien con cierto hiperrealismo contemporáneo.

La concepción del espacio es también un hallazgo, blockes de durlock demarcan el escenario como si fuera un corredor, a lo largo del cual se desarrollan las escenas. La iluminación de Gonzalo Córdova contribuye asimismo a delimitar el espacio y generar una atmósfera fría y moderna.

Monina Bonelli, que interpreta a Blanca, hace un maravilloso trabajo actoral. Su intensidad, los estados emocionales a los que llega y su presencia escénica, la transforman en una actriz a la que no se puede dejar de mirar.

Mariano Sayavedra, hace también un interesante trabajo con su personaje Enzo, alejándose del estereotipo y acercándose más a nuestra realidad. Leticia Torres también sigue en esta línea, es una Elena que pelea en lo cotidiano para sobrevivir en ese contexto, y que se enfrenta con su marido, aunque cuando él se va siempre quiere que vuelva. Héctor Bordoni, logra un Jony muy creíble y con matices.

Marcelo Pozzi, La Negra, consigue descontracturar los momentos de violencia por medio del humor, y tiene además la visión más acertada de la situación, ocupando un rol fundamental como mediador y confidente en la obra de Villamil.

Otra aspecto que se destaca de la puesta es el manejo de la tensión dramática, generando cierto suspenso sobre lo que acontece y un increscendo en cada situación.

Las relaciones de estos personajes se ven finalmente trastocadas por el amor, la seducción y el poder. El cuerpo de Blanca se transforma en un campo de deseo y de batalla, pero hay algo que estalla, porque su amor libre desborda todos los vínculos y los límites.

Una obra muy recomendable, con un texto y una puesta contemporáneos y muy buenas actuaciones.

blanca foto sandra cartasso

Ficha artístico/técnica:
Autoría: Natalia Villamil
Dirección: Cintia Miraglia
Producción: Natalia Gauna
Compañía: 4 y medio
Elenco: Monina Bonelli, Leticia Torres, Mariano Sayavedra, Héctor Bordoni, Marcelo Pozzi.
Diseño escenográfico: Gonzalo Córdova
Música: Julián Rodríguez Rona
Vestuario: Gustavo Alderette
Iluminación: Gonzalo Córdova
Fotografía: Laura Castro
Comunicación: Octavia Comunicación  

Centro Cultural San Martín
Sarmiento 1551. CABA
4374-1251/59 (int boletería: 2241)
venta online
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Funciones: viernes y sábados 21h
Duración del espectáculo: 90 minutos