Una pasión trágica

Por Eva Matarazzo

La versión de Fedra de Juan Mayorga aúna tradición y vanguardia en un texto que construye su trama con los elementos básicos del relato original. El desarrollo de la acción se centra sobre todo en el conflicto de las pasiones. Así, la reescritura del mito recupera las resonancias trágicas, pero centradas en el deseo en contraposición a las normas y el deber.

En un mundo de hombres donde la mujer es sólo un objeto del deseo, pero al mismo tiempo, ella misma, no puede desear libremente, el alma de Fedra se rebela y se muestra al desnudo. Arrastrada por un amor prohibido al que intenta resistirse, el de su hijastro Hipólito, es torturada por la pasión pero también por los miedos y la culpa.

La puesta de Adrián Blanco es impecable, con pocos elementos escenográficos logra producir un espacio atemporal sumamente atractivo y para nada estático, en el que condensa todos los lugares planteados para el desarrollo de la historia (la habitación de Fedra, el palacio donde ella vive, y el bosque). Los símbolos de la masculinidad, las armas, la lucha y la virilidad, contrastan con la cama de Fedra, que se mueve por el espacio, arrastrada siempre por otros. El diseño escenográfico de Marcelo Valiente consigue plasmar muy bien este concepto, tomando desde lo estético algunos símbolos de la cultura griega, pero haciendo que todo sea funcional al montaje de cada escena.

Los desplazamientos de los actores y la calidad de los movimientos son también muy acertados, nada está librado al azar y cada personaje genera constantemente sentido en su dinámica de acción.

Otro elemento a destacar es la música original y el diseño sonoro de Carlos Ledrag, que potencia ciertas atmósferas propias del universo trágico. Es interesante también la elección de algunos instrumentos musicales para identificar a cada personaje: Fedra con los timbales, Teseo con el corno e Hipólito con los cuencos tibetanos.

En cuanto a las actuaciones, son también elogiables. Marcela Ferradás encabeza el elenco como una potente Fedra; Horacio Peña, como Enone (la nodriza) hace un trabajo admirable; Francisco Prim, representa la masculinidad y el vigor de Hipólito; Marcelo D´Andrea, encarna la dureza y obstinación de Teseo; Gastón Biagioni, como Terámenes, el noble e incondicional amigo de Hipólito y Emilio Spaventa, como Acamante, el inocente hijo menor.

Una interesante propuesta, que retoma el antiguo mito pero que se renueva con los moldes del drama moderno, sin prólogos ni epílogos, ni coro, pero en la que se se profundizan los personajes. La condición humana queda así expuesta a las emociones y lo inexorable acontece como parte de un destino trágico.

Ficha técnico artística
Autoría: Juan Mayorga
Actúan: Gastón Biagioni, Marcelo D`Andrea, Marcela Ferradás, Horacio Peña, Francisco Prim, Emilio Spaventa
Músicos: Juan Denari, Arauco Yepes
Vestuario: Luciana Gutman
Escenografía: Marcelo Valiente
Iluminación: Leandra Rodríguez
Diseño De Sonido: Carlos Ledrag
Música original: Carlos Ledrag
Entrenamiento en esgrima: Andrés D’adamo
Asistencia de escenografía: Mae Bermúdez
Asistencia de iluminación: Susana Zilbervarg
Dirección: Adrián Blanco
Duración: 105 minutos

Teatro San Martín
Av. Corrientes 1530 CABA
Teléfonos: 0800-333-5254
Web: http://complejoteatral.gob.ar/
Entrada: $ 210,00 – Domingo, Viernes y Sábado – 20:30 hs –
Entrada: $ 105,00 – Miércoles y Jueves – 20:30 hs –

 

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