Develación y rebelión

Por Eva Matarazzo

Mi abuelo contaba con picardía, que en los años 20 existían en Buenos Aires algunas confiterías donde habían orquestas de señoritas, y que los hombres acudían para mirarles las piernas a esas jóvenes dotadas de belleza. Con ropas sensuales y movimientos acompasados, ejecutaban los movimientos del instrumento en una mímica casi perfecta. Ellas, las «deseadas figurantas», se ubicaban sobre un pequeño escenario, generalmente decorado con cortinas de terciopelo. Pero abajo, en el foso, o tras bambalinas, se encontraban las otras, las verdaderas intérpretes musicales, que al no ser tan bonitas, o ya entradas en años, quedaban veladas a la vista del público.

En La suerte de la fea, Mauricio Kartun hace protagonista a una de estas intérpretes que emerge del foso de la orquesta para contar su historia en un tono tragicómico.

Un hermoso palco en el centro con bronce y terciopelo rojo, de estilo art decó, enmarca y recorta el ancho escenario del teatro El Picadero. Una especie de pequeña cajita donde la protagonista aparece cautiva y presa de su propio entorno, para poder ser admirada por los espectadores.

Luciana Dulitzky le da vida a Viola, una ejecutante de violín, quien ya cansada de estar siempre en las sombras del foso obtiene su efímero momento de gloria.

Hay además dos personajes muy importantes en la historia, y a los que la protagonista se refiere en su monólogo, y son la figuranta Yolanda y el señor dueño del lugar, al que ahora ella se dirige desde arriba del escenario. El señor representa el poder, la explotación y la humillación, ante los cuales la intérprete se subleva en un estallido de justicia. En el caso de Yolanda, si bien al principio, genera en Viola cierta envidia por su belleza y atributos físicos, finalmente termina queriéndola como parte de sí misma. Ambas son el complemento perfecto para ejecutar esas melodías que deleitan a los hombres hasta llevarlos al orgasmo colectivo. La fealdad se presenta en este caso como el contrapunto necesario de la belleza, como una tensión de opuestos en la que no pueden prescindir el uno sin el otro y se retroalimentan mutuamente.

Con un lenguaje barroco, cargado de ironía y belleza, el texto de Kartun nos introduce en un maravilloso universo, cargado de imágenes y sensaciones.

La dirección de Paula Ransenberg es también muy acertada. Cada momento se sostiene mediante pequeñas y delicados movimientos de la protagonista que dan sustento al relato. Los cambios de ritmos generan además que la puesta sea dinámica y haya un in crescendo dramático. A la musicalidad del texto se suma la música en vivo ejecutada por el violinista Fede Berthet, que genera diversos climas sonoros y potencia cada acción.

Resalta además en la obra la excelente interpretación de Luciana Dulitzky, llena de matices y sutilezas, su personaje nos traslada en el tiempo y nos hace vivir cada acontecimiento. Una actriz que vive intensamente en el escenario y logra transmitir poeticamente a través de su cuerpo.

La pieza de Kartun toma como disparador está anécdota de la orquesta de señoritas, y nos hace reflexionar por medio del humor, sobre el lugar que ocupaban las mujeres de acuerdo a los cánones de belleza del momento. Las bonitas que eran consideradas como un objeto de atracción masculina, y las feas que sufrían frente al desprecio de las miradas, pero ambas como víctimas de una cultura machista y arcaica.

Una obra que a pesar de estar ambientada en otra época y en otro contexto sociocultural, sigue teniendo muchísima actualidad. Y que nos hace reflexionar sobre el lugar que se le da aún hoy a la mujer desde ciertos medios hegemónicos y en la cultura patriarcal, donde se la sigue cosificando y considerando como un mero objeto de exhibición.

Ficha artística-técnica
Dramaturgia: Mauricio Kartun
Actuación: Luciana Dulitzky
Dirección: Paula Ransenberg
Composición musical e intérprete en escena: Fede Berthet
Asistencia de dirección: Marcelo de León
Diseño de Escenografía y Vestuario: Alejandro Mateo
Realización escenográfica: Los Escudero
Realización de vestuario: Lucina Tropini
Diseño de iluminación: Fernanda Balcells
Pelo: Granado
Fotos: Alejandro Ojeda, Sofía Montecchiari
Diseño gráfico: Zkysky
Repostería: Vilmanjar
Prensa: Simkin & Franco

Teatro El Picadero
Funciones: domingos a las 16hs
Pasaje Santos Discépolo 1857, C.A.B.A.

Web: www.teatropicadero.com.ar

Informes: 5199-5793
Duración: 50 minutos