Foto: Carlos Furman

 

Un clásico que siempre se resignifica

Por Eva Matarazzo

Después de diez años de éxito con Othelo. Termina mal, la genialidad de Chamé Buendía vuelve a deslumbrar con otro clásico adaptado de William Shakespeare, se trata esta vez, de Medida por Medida, la culpa es tuya. En esta adaptación transgresora e irreverente, se traslada al mundo contemporáneo un dilema ético y moral, que deja al descubierto lo más ridículo y absurdo de la condición humana.

La historia transcurre en Viena, donde el duque que gobierna la ciudad quiere retirarse durante un tiempo y nombra como su representante a un tal Ángelo, pero en realidad se disfraza de fraile y se dispone a observar la actuación de éste. En estas circunstancias, un joven llamado Claudio es detenido por un delito de lujuria y es condenado a muerte conforme a una ley antigua de la ciudad, que Ángelo quiere imponer de manera inflexible. Isabel, hermana de Claudio, le suplica a Ángelo que le perdone la vida, pero este acepta conmutarle la pena a condición de que ella se acueste con él. Ante esta proposición, Isabel se niega, obligando al duque a intervenir. De esta manera quedan al descubierto la corrupción, el abuso sexual y el despotismo del poder; que se actualizan en esta ingeniosa y disparatada versión haciendo referencias a la vida contemporánea, en la que vuelve a cobrar vida la frase: Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago.

La puesta de Chamé Buendía se aleja completamente de toda solemnidad, utilizando un lenguaje lúdico y absurdo, que se cruza con algunos textos poéticos del dramaturgo inglés. En este caso, la creación y la ocurrencia están puestas en primer plano, utilizando el código del clown, la comicidad y el teatro físico. De esta manera, las situaciones se llevan al  límite, generando un torbellino de estímulos para el espectador que es parte activa en todo momento. Asimismo, a pesar de que lo que ocurre en sí resulta bastante ridículo, la tensión dramática nunca se pierde porque la historia sigue el hilo de los acontecimientos y el devenir de las acciones es constante.

Con un escenario bastante despojado, muy poco mobiliario y unos paneles
de caño plástico forrados en chiffon azul que cobran vida de acuerdo a lo que ocurre en cada escena, Chamé logró crear un mecanismo de relojería con los objetos y las acciones físicas de los actores que no dejan de sorprender en ningún momento. La magia es otro elemento muy presente en la puesta y que de alguna manera expone la variedad de trucos que utiliza el poder para manipular a los simples ciudadanos.

El trabajo del elenco es también admirable, no solo por la destreza y el entrenamiento de los actores y las actrices sino por la capacidad de juego en equipo y la entrega que tienen en el escenario. Matías Bassi, Nicolás Gentile, Elvira Gómez, Agustín Soler y Marilyn Petito son los/as intérpretes que hacen los trece personajes de la obra, y exponen los mecanismos de la representación en un juego vertiginoso de entradas y salidas que no da respiro.

Medida por medida, se presenta en el Teatro Sarmiento del Complejo Teatral de Buenos Aires (Av. Sarmiento 2715), y podemos afirmar que es uno de los mejores espectáculos de la cartelera porteña, porque implica una fiesta de teatralidad en la que la risa estalla como gesto y celebración compartida.

 

Foto: Carlos Furman

 

FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA
Autoría: William Shakespeare
Adaptación: Gabriel Chame Buendia
Actúan: Matías Bassi, Nicolas Gentile, Elvira Gomez, Marilyn Petito, Agustín Soler
Diseño de vestuario: Cecilia Allassia
Diseño de escenografía: Pastorino
Diseño sonoro: Gabriel Chame Buendia, Sebastián Furman
Diseño De Iluminación: Jorge Pastorino
Asistencia artística: Lorena Booth
Coaching De Baile: Damián Malvacio
TEATRO SARMIENTO
Av. Sarmiento 2715. Capital Federal
Teléfonos: 4808-9479
Web: http://www.complejoteatral.gob.ar