Tres seres al margen buscando sobrevivir
Por Eva Matarazzo

La obra Navaja en la carne, escrita en 1967, por el autor brasileño Plinio Marcos, y estrenada por primera vez en San Pablo, ese mismo año, fue censurada por la dictadura militar durante 13 años. Por el contenido de sus obras Marcos, se ganó el mote del “poeta maldito”. Sus personajes son seres marginales y expulsados de la sociedad por exponer aquellas miserias que “la gente bien”, no quiere ver.

En este caso la historia se desarrolla en una habitación decadente dentro de una pensión en la que conviven una prostituta, Araceli (Sandra Villarruel) y su proxeneta Osmar (Juan Pablo Rebuffi). En otra pieza alquilada vive Masita (Oscar Giménez), quién se encarga de la limpieza del lugar y es vapuleado por ser homosexual.

El conflicto se desata a partir de que Masita hurta de la mesa de luz de Osmar el dinero que este tenía guardado. Aracelli llega cansada después de una dura jornada en la calle y se encuentra  con el reclamo de su pareja. A la humillación y el desprecio que sufre diariamente, se suma este hecho que exacerba el mal humor del proxeneta.

La violencia física y psicológica ejercida por Osmar sobre los otros dos personajes, se conjuga con la vulnerabilidad de Araceli, y con el sarcasmo y la ironía de Masita. Todos los personajes están claramente delineados y sus vidas miserables se ven reflejadas en las situaciones por las que atraviesan cotidianamente.

La puesta de Antonio Leiva, propone un lugar más íntimo, al recortar el amplio espacio del teatro Empire, y acomodar al público en forma circular sentado sobre el escenario. Esta acertada decisión hace que los espectadores estén como espiando por la mirilla de la cerradura todo lo que acontece en ese espacio cerrado y asfixiante.

El diseño de escenografía de Zacarías Gianni también nos instala en esta habitación sombría y precaria con materiales de chapa y madera, y con algunos símbolos populares que decoran las paredes como la figura del gauchito gil. Hay además una ventana por donde ingresa la luz cálida del patio y se llega a ver la ropa colgada en la soga.

La convivencia enfermiza entre Osmar y Araceli es puesta en evidencia a través de la presencia de Masita que se revela ante la brutalidad y la explotación. El desamor y la animalidad de su “macho” hacen que Araceli se pregunte de manera desgarradora sí ellos también son personas.

Una pieza que que nos hace reflexionar sobre esta oscura realidad social, en la que todo se compra y se vende, y en la que no solo los cuerpos, sino también las almas pasan a ser mercancías.

Ficha técnico artística:
Autoría:Plinio Marcos
Adaptación: Carlos Mathus
Traducción: Carlos Mathus
Intérpretes: Oscar Gimenez, Juan Pablo Rebuffi, Sandra Villarruel
Escenografía:Zacarías Gianni
Prensa: CorreyDile Prensa
Dirección: Antonio Leiva

TEATRO EMPIRE
Hipólito Yrigoyen 1934. CABA
Teléfonos: 4953-8254
Web: http://www.teatroempire.com
Entrada: $ 400,00 – Viernes y Sábado – 21:00 hs