Operación Nocturna | de Pompeyo Audivert

Por Eva Matarazzo

La obra comienza con la representación de algunos fragmentos de la pieza “Los derechos de la salud”, de Florencio Sánchez, donde la metateatralidad se expone como un mecanismo que guía la acción.

Si bien uno de los disparadores de la obra es la masacre de Trelew, en la que 19 militantes son fusilados por la dictadura de Lanusse, el relato de Operación nocturna escapa permanentemente a la linealidad del relato y del sentido. La historia nacional se cruza así con personajes y textos de la tradición teatral y literaria argentina, como Jerónimo Podestá, Pepino 88 (que en este caso es 78) o el Martín Fierro. Así, los fantasmas encerrados en la memoria colectiva, emergen de las sombras para interpretar su papel, en una lucha constante entre ficción y realidad.

“Yacentes en los estratos del Sistema Penal Teatral Federal Sindical de la República Argentina, la muchachada de Trelew 22 de agosto planea nuevamente su fuga histórica, la táctica hoy, es perder el nombre y equivocar la ruta, el objetivo: desembarcar en el presente adyacente bajo nuevas identidades”. Para eso utilizan como conducto de evasión el cuerpo de aquella mujer que siempre sigue viva en la lucha, pero a la cual no se puede nombrar, Eva Perón.

En esta operación teatral organizada en base a la ruptura y el cruce, la historia se superpone con la ficción a través de retazos y fragmentos. La memoria lucha por hacerse carne en cada uno de los intérpretes de este gran drama nacional. Pero las estructuras arcaicas intentan imponerse y malograr la fuga a través de la constante repetición de una escena montada por los muertos.

La genialidad de Pompeyo consiste justamente en poder desplazar elementos de la historia y condensar el sentido con una mirada poética y épica donde los símbolos nacionales se resignifican. Con una estética surrealista pero criolla, lo cotidiano confluye con lo soñado en un mismo tiempo y espacio. La obra propone un interesante juego de contrastes entre la poesía y las intervenciones grotescas, como si fuera un oxímoron donde el cruce de opuestos termina generando un nuevo sentido .

Salir del relato lineal como lenguaje predominante es efectivo, permite buscar nuevos caminos, a leer otros lenguajes y construir otras narraciones. El arte, al igual que la historia se transforma así en un campo de lucha, que pugna por la apropiación del sentido y la significación.

El trabajo de los actores, es otro de los aspectos más relevantes de esta propuesta. La energía que manejan y cierto registro de extrañamiento, potencian la teatralidad e intensidad de la puesta. Sus cuerpos están vivos, cubiertos de implicaciones semióticas, políticas, etnográficas, cartográficas y mitológicas, que comunican permanentemente.

Cada actor potencia un todo, una maquinaria perfecta de teatralidad, pero sin perder su individualidad y fuerza expresiva, lo que hace que todos cobren protagonismo en algún momento.

Los fantasmas de la historia se esconden en algún lugar, se refugian desordenados y errantes en la memoria del pueblo, pero esta noche podrán salir, a través de este grupo de actores, que los harán presentes para representar el gran drama nacional, que parece ser, siempre vuelve a repetirse.

Ficha técnico artística
Autoría: Pompeyo Audivert
Actúan: Ramiro Alvarez Peña, Fernando Arfuso, Andrés Buzzurro, Yasmina Cura, Analia di Nubila Salerno, Milagros Fabrizio, Susana Herrero Markov, Gustavo Saborido, Adrián Túfolo, Ivana Zacharski
Vestuario: Lucia rabey
Escenografía: Lucia rabey
Música: Claudio Peña
Fotografía: Gabriela González
Diseño gráfico: Alejo Kolinski
Asistencia de dirección: Andrea Cabanellas, Florencia Vincentelli
Dirección: Pompeyo Audivert, Fernando Khabie

Web: https://www.facebook.com/teatroestudioelcuervo

Duración: 75 minutos
Clasificaciones: Teatro, Adultos

EL CAMARÍN DE LAS MUSAS
Mario Bravo 960. CABA
Teléfonos: 4862-0655
Web: http://www.elcamarindelasmusas.com.ar
Entrada: $ 300,00 / $ 240,00 – Lunes – 21:00 hs – Hasta el 10/12/2018