PRÍNCIPE AZUL
“Una promesa de Amor…”

Por Néstor De Giobbi

Una playa perdida,.. en el final de un verano como tantos otros.
Como otros cincuenta, … para ser exactos…

Juan y Gustavo, dos adolescentes que a sus dulces dieciséis descubrieron el amor el uno en el otro, en esa misma playa. Al terminar aquel verano, intenso, definitorio, sus respectivas familias los separaron, llevándolos de regreso a sus lugares de origen.
En la despedida, se juramentaron volver a reunirse en ese mismo escenario, medio siglo después.

La ansiedad será protagonista en ambas almas. “¿Cómo estará?, ¿Habrá envejecido tan mal como yo…?, ¿Se habrá olvidado de la cita…? , ¿Se habrá muerto!?…”

Cada uno de ellos ha hecho de su vida, …lo que pudo. Uno, seguramente cumpliendo mandatos formales. El otro, viendo desvanecerse sus sueños de llegar a ser un gran actor, para terminar como grotesco bufón en un tugurio portuario, con pretensiones de cabaret.

El encuentro dará pie a momentos de sublime ternura, y alguna sonrisa que obre como válvula de alivio a la tensión contenida, tanto por parte de los personajes como del público.

En esta primera experiencia en la dirección teatral, la reconocida Thelma Biral tomó el camino más ortodoxo, signando su puesta por un ascetismo que solo apeló al viejo y desvencijado banco de playa, testigo de aquel amor y del paso de las décadas. La iluminación tiene a su cargo el resto. Si bien la pieza no se presenta como una adaptación, conociendo el texto original se advierten algunas “ausencias” en escenas cumbres, como la del poético encuentro final de ambos amantes bajo un paraguas blanco, o la sustracción del reloj y la billetera de Gustavo por parte del bribón de Juan, para luego arrepentirse. Una pena, ya que hacen a la esencia de la historia.

Las labores de Moreira y Yanelli, (de quienes resultaría torpe y ocioso enumerar recursos actorales), transitan los distintos pasajes de la pieza insignia de Griffero adecuadamente, (tanto en sus monólogos como en sus interacciones), y por momentos alcanzando la encarnadura dramática que los personajes demandan, en particular Yanelli, Ganador del ACE 2017 como Mejor Actor de Teatro Alternativo por su trabajo en “Bacacay”.

Juan y Gustavo: dos gaviotas, en el final de sus existencias, volando sobre un sueño,.. para no volver…