Resistir desde la pasión
Por Eva Matarazzo

La obra Rojos globos rojos, escrita a mediados de los años 90 por Tato Pavlosky, vuelve a tener muchísima vigencia en el contexto actual, en el que seguir haciendo teatro se convierte en un hecho casi heroico y muchas salas deben cerrar.

La versión de Christian Forteza combina este texto con otros del mismo autor (La muerte de Marguerite Duras, Cerca, Paso de dos) e introduce modificaciones en su estructura, una interesante adaptación que nos deja ver algunos otros aspectos del rico universo Pavlovskiano.

Un actor y dos actrices en escena comunican al público sobre la inminente clausura de «El Globo Rojo», un teatrito marginal de un pueblo perdido en la Provincia de Buenos Aires, donde representan números de varieté. Sus protagonistas “El Cardenal” acompañado por las hermanas “Popis”, van a resistir el desalojo, haciéndonos testigos de una especie de manifiesto y confesión.

La puesta de Forteza utiliza un espacio vacío de elementos escenográficos, en donde sólo hay dos sillas altas, una a cada lado, en las que se ubican las Popis. El Cardenal ocupa en cambio generalmente el centro del escenario y se dirige al público haciéndolo cómplice de su reflexión. El vestuario también remite al de un varieté pero con una impronta de teatralidad más contemporánea.

Jorge Lorenzo, Lorena Penón y Gabriela Perera les dan vida a estos personajes que exponen sus angustias y pasiones desde el lugar más íntimo. En escena solo están sus cuerpos despojados en una relación directa con el espectador.

En la obra hay varias dimensiones simultáneas. Por un lado aborda temáticas comunes a un hombre de cierta edad: el amor, la pasión, el desgaste, la muerte, la enfermedad, las ilusiones, las desilusiones, el deterioro y la intensidad del sexo; y por otro lado habla de temas más existenciales y políticos como la precariedad de los lenguajes hegemónicos, la imbecilidad del poder, la desesperanza y de la necesidad de seguir teniendo utopías pero a partir de las derrotas. Precisamente este gesto de la resistencia es inseparable del sentimiento de derrota o pérdida, se articula como posibilidad de no concesión absoluta al poder y en refugiarse en determinados espacios como el teatro.

Pese a lo precario y fallido de sus interpretaciones, los actores asumen la decadencia con dignidad. Resistir es la filosofía del viejo Cardenal recluido en su teatrito, donde en cada función revive la pasión de un estreno, bajo el lema de «Todo no se puede entregar».

La metateatralidad está también muy presente. Los artificios del teatro se exhiben constantemente como parte del juego, y los actores nos hablan sobre su oficio y la pasión como una forma de enfrentar el miedo al vacío.

Una atractiva propuesta que nos plantea el poder ser fieles a la verdad de las propias ideas y de la propia experiencia. Un grito ahogado que estalla para seguir luchando.

Ficha artístico técnica

Actúan: Jorge Lorenzo, Lorena Penón y Gabriela Perera.
Vestuario: Mario Pera.
Música original: Elena Avena.
Fotografía: Sebastián Ochoa.
Diseño de Luces: Horacio Novelle.
Asistencia de dirección: Magalí Mussi
Adaptación, dirección y puesta en escena: Christian Forteza.

Centro Cultural de la Cooperación
Corrientes 1543. (CABA)
Sábados 20.30hs
Sala. Pugliese
Entrada: $280